Oshkosh, Wisconsin
Las mujeres que trabajaban en el turno de la noche en una planta de manufacturación de plásticos conversaron sobre sus preocupaciones por un nuevo supervisor, de quien posteriormente supieron era un delincuente sexual registrado. Ellas solicitaron una reunión grupal con funcionarios de Relaciones Humanas, pero en cambio fueron convocadas a reuniones individuales y llamadas la atención. Una empleada fue despedida; otras fueron degradadas. Luego de una investigación de la NLRB, el empleador resolvió conciliatoriamente el caso al aceptar reinstaurar a todas las empleadas a sus puestos anteriores con pago retroactivo completo.
Poco después de que el supervisor comenzara a trabajar en el tercer turno en la planta de fabricación de Evco Plastics, un grupo de empleadas expresaron su preocupación por su actitud agresiva y el trato preferencial hacia una de sus compañeras de trabajo. Cuando una búsqueda en Internet realizada por una de las empleadas descubrió que el supervisor tenía antecedentes penales y era un delincuente sexual registrado, las mujeres solicitaron una reunión grupal con Recursos Humanos para hablar sobre sus preocupaciones sobre el comportamiento y las acciones del supervisor, que también incluían tocar de forma inapropiada a algunas empleadas en el trabajo.
En lugar de esto, cada empleada fue llamada individualmente a una reunión con la gerencia, con el supervisor infractor presente. Se les cuestionó a las mujeres qué sabían, de quién lo habían oído y con quién habían hablado al respecto. Con base en lo que se dijo en estas reuniones, el empleador emitió advertencias por escrito a las empleadas, degradó a dos de ellas, reasignó a una a un turno diferente y despidió a otra, todo por haber hablado entre ellas sobre el supervisor.
Cinco de las empleadas presentaron cargos ante la Oficina Regional de la NLRB en Milwaukee. Luego de una investigación, el director regional determinó que las empleadas se habían involucrado en actividades protegidas y que había causa razonable para creer que habían sido interrogadas ilícitamente y que habían tomado represalias debido a estas actividades.
Después de que la NLRB notificó a Evco Plastics que se emitiría una demanda, la compañía resolvió conciliatoriamente el caso proporcionando pagos retroactivos completos a todas las empleadas afectadas, eliminando las advertencias escritas de sus registros y ofreciendo devolver a las empleadas a sus puestos anteriores.